
Por lo general, en este tipo de intervención, el paciente ingresa la tarde previa a la cirugía, y permanece hospitalizado de 3 a 4 días. el tiempo de recuperación oscila entre las 2 y 6 semanas, dependiendo del tipo de cirugía, del paciente y de la actividad laboral que realiza.
Algunos de los efectos positivos que se han presentado en pacientes que se han practicado esta intervención son que algunas comorbilidades mejoran o se curan; la hipertención se cura en un 60% de los casos y mejora en un 90% de ellos; la diabetes se cura en un 90% y mejora en un 100%; la alteración del colesterol y triglicéridos se curan en un 65% y mejoran en un 90%. Del mismo modo se han detectado mejoras significativas en asma, osteoartritis, entre otras morbidades.
Las complicaciones de este procedimiento no difieren a de otras cirugías. Las complicaciones dependerán de las comorbilidades asociadas y de la experiencia del cirujano. Sin embargo, sus riesgos son menores que el dejar que la obesidad mórbida siga sin tratar.
Esta técnica muestra una baja de peso constante de entre 65 y 70% de sobrepeso a 5 años de seguimiento. La baja de peso es más significativa durante el primer año post-quirúrgico.